Trabajo en remoto y UX

por | Jun 3, 2018 | Experiencia de usuario, Investigación | 0 Comentarios

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El trabajo que realiza un profesional del UX requiere de empatía y trabajar con las personas. De ahí que exista la idea generalizada de que es un oficio incapaz de realizarse en remoto de manera exitosa. Este texto busca analizar el estado del trabajo en remoto actual y los pros y contras de trabajar en remoto en el área del UX.

Aunque está basado en mi experiencia personal en multinacional y startup(con éxitos y fracasos) también he realizado una encuesta con diferentes profesionales del sector que voluntariamente me han transmitido su opinión y experiencia al respecto.

Han respondido 40 personas. 36 de España sobretodo de Madrid y Barcelona, 2 de México, 1 de Panamá y 1 de San Francisco. A los que estoy enormemente agradecido.

Comencemos.

Resumen (por si tienes poco tiempo)

Un aspecto importante es que los diseñadores se sienten más cómodos trabajando en presencial (24%) o semipresencial (51%) pero se adaptan. La empatía e inmediatez son difíciles de sustituir. Quizá por esto en un 57% de los casos la empresa no sólo estaba en su mismo país si no que en el 50% de los encuestados está en su misma ciudad (!) o en la nube (14%). Con contrato in house full time (46%) y freelance (40%).

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El número de ofertas de trabajo en UX remoto es bajo.

El problema puede estar en si quieres hacerlo. La mayoría tarda entre 3 y 6 meses en encontrar un proyecto remoto. Es normal porque un 66% coincide en que hay muy pocas ofertas. Algo delicado porque la duración del proyecto no supera los 4 meses en el 50% de los casos, pero llega hasta los 2 años en el otro 50%. Todo o nada.

A cambio de trabajar en remoto, un 54% de los encuestados estarían dispuestos a bajar su salario entre un 10–20%. El 46% no lo haría de ninguna manera.

Un dato interesante es que aproximadamente un 70% de media tienen 5 o más años de experiencia, en posición de senior y leads. La experiencia y el remoto están relacionados de alguna manera.

Aunque hay empresas que están completamente cerradas al trabajo en remoto (35%). Cuando se abren, lo hacen bien o muy bien. Aunque hay que mejorar cosas, entienden sus beneficios (62%). Algo que coincide con los diseñadores de los que solo un 2% no sabe trabajar en remoto (!).

Los procesos de UX son buenos (54%) o muy buenos (7%) aunque no lo suficiente. Un 44% considera que la madurez de UX de la empresa es baja con una persona en el proceso, malos tiempos y con un impacto mayormente estético (!).

El 40% trabaja en equipos de 2-3 personas. Con un UX más o menos bien integrado en el proceso y la cultura de la empresa. El 15% lo hacen en equipos grandes, con una madurez de UX alta. A esto se une un perfil de diseñador generalista, que conoce diferentes áreas del UX que van desde el visual hasta el research, quizá debido a su trayectoria.

La gran pregunta es:

  • Se puede trabajar en remoto como UX?

La respuesta rápida es que sí se puede, pero con matices importantes a tener en cuenta, porque no es fácil.

Personalmente veo que el trabajo en remoto está muy polarizado. También veo una tendencia a la autorregulación y adaptación a las mejores prácticas. Las empresas y profesionales están aprendiendo de los pros y contras en base a la experiencia.

Hay que ser conscientes de las implicaciones de trabajar en remoto. Aquello que crees que es bueno puede convertirse en algo malo, y viceversa. En remoto existen muchas oportunidades que pueden volverse en tu contra.

Pasemos a un análisis más detallado.

Beneficios de trabajar en remoto

Para entenderlo bien hay que verlo desde dos perspectivas, la de la empresa y la del trabajador. Hay veces que ambas coinciden.

Desde el punto de vista de la empresa hay aspectos que destacan sobre el resto:

  • ahorro de costes
  • mayor acceso a profesionales

Desde el punto de vista del trabajador vemos:

  • mejor conciliación laboral
  • mayor acceso a empresas

Podemos resumirlo en más ahorro, libertad y opciones.

Inconvenientes de trabajar en remoto

Los contras en general son compartidos. Al fin y al cabo es una relación de apoyo mutuo.

Podemos destacar desde el punto de vista de la empresa:

  • peor seguimiento y comunicación con el empleado
  • mayor rigidez en el proceso y adaptación

Desde el punto de vista del empleado vemos que:

  • algunos procesos no pueden hacerse en remoto
  • peor comunicación y mayor aislamiento

Como vemos tienen relación con la comunicación, lo que afecta a la organización del proceso y la productividad.

Analizar los mitos y realidades

Esto es complejo, porque todo está entrelazado. El trabajo en remoto no sólo afecta a dicho trabajador sino a toda la cultura de la empresa. También hay mucho mito. Por lo que ahora vamos a analizarlos para ver qué tienen de realidad.

Ahorro

El ahorro de costes por parte de la empresa es evidente. No necesitas tener una oficina y suministros, por lo que los costes fijos se reducen.

Por el contrario y aunque esto depende del tipo de contrato (de lo que hablaremos más adelante) estos costos suelen recaer sobre el empleado que generalmente trabaja en su casa o en algún coworking. Una cosa a tener en cuenta ya que no es la primera vez que escucho a un compañero decir:

— La empresa me paga con calefacción.

También el equipo y el software suele recaer en el empleado, aunque esto depende.

Sin embargo, no todo es malo económicamente para el empleado. Al no ir a la oficina a trabajar te ahorras el coste de transporte (si lo haces en coche tiene un gran impacto). También las dos horas aproximadas entre ir y venir. Son más de un día y medio al mes.

Contratos

Relacionado con el ahorro está el tipo de contrato.

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El contrato full time llega casi al 50% en un tipo de relación laboral cuya lógica sería hacerlo como freelance

Normalmente el trabajo en remoto se relaciona con trabajo internacional desde casa. Lo que hace bastante lógico que el tipo de relación laboral sea como freelance (40%) de los que el 14% lo hacen a tiempo completo, lo que equivale a un falso freelance.

Este tipo de contratos simple y llanamente, son una m*****. Pagas muchos impuestos y no tienes ningún tipo de protección social. Para la empresa suponen un ahorro y dan mucha flexibilidad, ya que pueden administrar la relación laboral (despedir, contratar, pausar, renegociar) de manera muy cómoda.

Desde mi punto de vista indirectamente indican el valor que le dan a tu posición en la empresa. También es cierto que muchas empresas por ejemplo de Estados Unidos de donde vienen el 90% de las ofertas en remoto, no tienen un sistema para poder hacer un contrato laboral con nómina si el trabajador no está capacitado legalmente para hacerlo en dicho país. Por lo que se ven obligados a contratar con el modelo de freelance.

Es cierto que muchos diseñadores se sienten cómodos con este modelo. Mi consejo es que hagas números a la alza.

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Rangos salariales de los trabajadores en remoto que realizan UX

Esto se intenta equilibrar por parte del empleado cobrando más por hora o proyecto. Como empresa puedes compensarlo trabajando en remoto con talento internacional donde el precio hora sea más bajo. En México los senior encuestados cobran alrededor de 20 mil euros al año. Es aproximadamente un 40% menos con respecto a España y muchísimo más si lo analizamos con respecto para países como Estados Unidos por ejemplo.

Algo que no es realmente necesario porque como hemos visto, un 54% de los diseñadores UX estaría dispuesto a reducir su salario entre un 10 y 20% a cambio de trabajar en remoto. Yo estoy entre ellos ya que para mí la conciliación laboral ahora es prioritaria.

Por suerte, y admito que esto es algo que me ha sorprendido, un 46% de los diseñadores encuestados trabaja en remoto con un contrato in house. Algo que contradice la lógica de remoto = freelance que hemos comentado al principio. Verás que tiene sentido si sigues leyendo.

Duración del proyecto

En este aspecto, he intentado encontrar algún tipo de patrón pero no ha habido suerte. Pensaba que un tipo de contrato fijo con un lead tendería a ser más duradero.

Lo que se ve en los datos es que la duración de los proyectos suela estar polarizada. Hay proyectos largo y cortos más o menos en un 50%. Creo que esto es algo intrínseco del trabajo UX sin importar si lo haces en remoto o presencial.

En mi experiencia he visto gente trabajando más de dos años como freelance para la misma empresa y contratos indefinidos que han durado pocos meses.

Acceso al talento y empresas de todo el mundo

En este punto toca enfrentarnos con varios mitos y cosas a tener en cuenta. Vemos como la oferta y demanda coinciden en la posibilidad de conectar empresas internacionales con talento de todo el mundo.

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Un 50% de los encuestados trabajan para empresas de su misma ciudad

Esto es bueno, porque las empresas molonas quizá no están en tu país. También da oportunidad a las empresas no solo de trabajar con talento sino de suplir la carencia de profesionales. Me explico.

La mayoría de los encuestados son senior, lead o incluso fucking master of the universe. Es decir tienen 5 años de experiencia cuando no 10 o 15.

Esto es entendible ya que compites con talento de todo el mundo. Por lo que se te requerirá ser un experto en tu área con bastante experiencia (la otra forma de competir es la económica, lo que es un suicidio profesional).

Si tiene de media 7 años de vida laboral, quiere decir que con suerte ya está en sus treinta y algos. Lo que significa que su arraigo al lugar de origen es más fuerte. Probablemente también incluya motivos familiares: pareja, hijos, perrito, gatito, tortuga… por lo que salvo que la situación en su país sea muy mala o tu salario muy alto, es muy difícil que se mude. Por lo que si quieres a esa persona tendrá que ser en remoto.

Esto por ejemplo creo que pasa con Alemania, núcleo de las startups en Europa con problemas para suplir la oferta. A un senior se le ofrecen 50k y 65k anuales (más si es en el sur como Munich) pero sus impuestos pueden llegar al 40%. Lo que finalmente acerca bastante el salario al que podría conseguir en España. Un senior con esas condiciones no se muda a Alemania (aislamiento de idioma, frío y oscuridad total a las 4pm) con su posible familia salvo que seas Google.

Mi percepción es que al final se mudan los extremos. Un junior (por ganar experiencia) o un manager (por condiciones). Esto hace que el trabajo en remoto sea cada vez no una opción, sino una necesidad para muchas empresas. Que se ve aún más limitado por lo que hemos comentado antes de la imposibilidad de ofrecer contratos que no sean de freelance por las limitaciones legales de cada país. Es posible que muchos senior no acepten contratos tipo freelance.

El acceso al talento tiene un muro invisible.

Husos horarios

Otro ladrillo de ese muro es la sincronización horaria. Tener un par de horas de diferencia con tu equipo es asumible. Pero se convierte en un verdadero dolor de leles si es mayor.

Si dentro de los beneficios de trabajar en remoto es la conciliación laboral-familiar te va a ser más complicado si tienes reuniones a las 7pm (personalmente he tenido reuniones con San Francisco a las 9pm) o recibes/envías emails desde pasado o del futuro.

Como empresa te permite contratar profesionales que puedan estar disponibles en base a una bolsa de horas o a tiempo parcial. Lo que enfoca el trabajo en base a la necesidad. Lo que permite cierto ahorro y optimización.

Hay diseñadores que están dispuestos a trabajar así. Y son más flexibles a la hora de ser contactados los fines de semana. Por lo que podrás tener una respuesta inmediata 24/7.

Productividad

El punto anterior como te puedes imaginar afecta a la productividad y resolución de tareas. Aún más si son imprevistos. La comunicación es más lenta y cortada. Menos improvisada. Requiere de mucha organización y división de tareas con un calendario sólido.

Esto para un empresa, sobretodo si es una startup es una entelequia. Todo cambia muy rápido. Por lo que puedes esperar una respuesta más lenta por parte de un trabajador en remoto lo que hace que tus costes quizá aumenten.

A esto se suma algo más subjetivo y es la capacidad de organización, efectividad y nivel de distracción del trabajador. Para algunos encuestados esto es difícil. Mientras que para otros es ideal, ya que les ayuda a concentrarse. Tienes que saber de qué pasta estás hecho. El trabajo en remoto no es para todo el mundo.

Empresas como Basecamp han notado una bajada de productividad los viernes. Son los días en los que se permite a los trabajadores trabajar desde casa. Yahoo! fue más radical y canceló el trabajo en remoto completamente. Otras como Automatic o Invision tienen el trabajo en remoto como filosofía de empresa.

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La mayoría de UX que trabajan en remoto lo hacen para empresas con una madurez de UX buena pero mejorable.

Esto pasa en empresas de software, donde por tradición tienen un sistema de trabajo muy reglado con herramientas que permiten un seguimiento de las tareas. Algo que para el diseño es una asignatura pendiente. Si nos fijamos en los datos un 44% de las empresas tienen una madurez de UX baja con 1 empleado dedicado a este área, lo que puede indicar que esa persona es multitarea. Imagina el caos en un proceso tan complejo como el UX.

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Mientras un 53% admiten funcionar mejor en un modelo mixto, sólo un 27% de los encuentados lo ha realizado.

Quizá todo esto justifique que el 57% de los encuestados que trabajan en remoto lo hagan para una empresa que está en su misma ciudad. Esto permite que en caso de necesidad el empleado hacer en persona las tareas que lo requieran. También ayuda RyanAir.

Comunicación

En el trabajo de diseño se trabajan con muchas disciplinas y personas. Muchas veces este tipo de relaciones son complejas, con explicaciones complejas.

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Un 74% es optimista aunque considera que hay procesos de UX que sólo se pueden realizar en persona. (Disculpa hay una respuesta duplicada en verde lo que hace que el azul con un sí rotundo sume 5% más)

En remoto tendrás menos margen de explicar con fluidez detalles importantes sobre tu trabajo. Lo que hará que parezca que tienes menos calidad o te impedirá defender sólidamente tus argumentos. También puede dar lugar a malentendidos. Ya que se pierden muchos matices.

La distancia hace que tengas que sobre comunicarte. El trabajo en remoto requiere que expliques todo muy muy bien para evitar ambigüedades. Tienes que documentar muy bien cada aspecto de tu trabajo, hasta el más mínimo email, para que sea entendible. Lo que hace que sea un agujero de tiempo bastante grande. Mayor aún si la documentación que realizas es oficial para algún tipo de autoridad reguladora.

Si el inglés no es tu lengua materna, esto puede ser un problema gordo. Ya que puedes acabar explicando más horas de las que desearías.

A cambio, optienes un riqueza cultural muy amplia. Con acceso a diferentes partes del mundo. Lo que en fases de investigación puede ser increíblemente beneficioso. Todo depende del trabajo a realizar y el nivel de profundidad del mismo.

Libertad

Este es otro mito que los que han trabajo en remoto lo han vivido. No es tan sencillo trabajar desde donde quieras con los horarios que quieras.

Para trabajar necesitas de unas condiciones básicas. Electricidad (algo no muy complicado pero a tener en cuenta) y buena conexión a internet como mínimo. Por lo que si crees que vas a poder trabajar en la playa o en tu pueblo, mira primero que puedas tener acceso a estos servicios.

Para trabajar en remoto se requiere de rutina. No es bueno improvisar.

Es muy común que las comunicaciones se hagan por videoconferencia lo que requiere de una buena conexión y a veces incluso ni con eso. Hay fallos igualmente. Las caídas de conexion merman la comunicación fluida y de calidad, además de frustrar bastante. Hay un detalle que ha comentado uno de los encuestados, es que con Skype y similares se pierden matices de comunicación, como la expresión corporal.

En mi opinión hay que tener en cuenta que para trabajar organizadamente necesitamos de cierta rutina. Por lo que no es bueno improvisar ya que puedes toparte con imprevistos que dificulten tu trabajo. La distracción es algo que también debes de trabajar, pero eso es algo más personal. También las interrupciones, pero esto también sucede en el trabajo. Hay personas que comentan el trabajar más horas enfocados desde casa.

Si en remoto te organizas bien, puedes tener mayor libertad y organización del tiempo. Podrás trabajar desde la India o incluso desde Soria. Sobre este tema la compañera Ana Cirujano tiene un blog y da conferencias bajo el concepto de workation (trabajar como si estuvieras de vacaciones) que te puede ser muy útil leer.

Otro aspecto positivo es que las comunicaciones están más enfocadas a las tareas y optimización del tiempo.

Cultura y madurez emocional

En la parte personal existen también algunos retos. Muchos diseñadores remotos coinciden en que tienen un miedo inconsciente de hacer sentir a la empresa que están holgazaneando en sus momentos de silencio. Sienten que no trabajan suficiente. Por lo que se aconseja compensar la distancia con mucha comunicación.

Pese a todo, exige el riesgo de aislamiento. Ya que como comentan algunos encuestados, es muy difícil integrar a un empleado en remoto en la cultura de la empresa. Existe el riesgo de que el trabajador en remoto acabe siendo considerado un servicio o sea ignorado en tomas de decisiones que son “urgentes” o de problemas complejos que se resuelven “mejor” en grupo. Por lo que como empresa hay que invertir esfuerzo y tiempo para que esto disminuya.

Otro problema inesperado son las asperezas con otros compañeros y compañeras de trabajo. Actualmente el trabajo en remoto se ve como un privilegio, por lo que es posible que algunas personas de tu entorno de trabajo sin este privilegio sientan la situación como injusta. Asegúrate que la empresa es transparente con la política de trabajo en remoto y lo tuyo no sea una excepción o favor. Si no, creará un ambiente laboral tóxico con malos rollos, comparaciones, chismorreos de pasillo y quejas. Aunque es cierto que las personas tóxicas siempre tendrán excusas para serlo.

Consejos

Tiempo: Procura que los husos horarios no sean muy diferentes entre las partes del equipo.

Alineamiento: compartir valores y misión es importante. Muchas veces la necesidad y ganas de trabajar en remoto, puede hacer que aceptes comenzar relaciones laborales con los que no te sientes realmente comprometido. Esto a medio plazo puede convertirse en un gran bloqueo.

Por ejemplo, me he dado cuenta que las empresas pequeñas con una madurez de UX muy baja y poco dinero tienden a utilizar el trabajo en remoto. Esto les permite acceder a profesionales multitarea a un menor coste.

Sin embargo, por su dinámica de startup son las que quizá más sufran los contras. Respuestas lentas, dificultad para improvisar y una menor conexión del empleado con la cultura de la empresa causará conflictos a la hora de hacer sacrificios necesarios de tiempo, disponibilidad, sueldo, esfuerzo… muy comunes.

Prueba: hemos visto que los diseñadores funcionan bien con un modelo mixto. Considera el trabajar parcialmente en remoto al principio y ves viendo si los procesos de la empresa permiten cierta libertad. Pon fechas para ello. No sirve un ya veremos o ahorita que nunca llega porque para alguna de las partes puede ser una necesidad.

Organiza: aprende las mejores prácticas y aplica las metodologías ágiles. Ten un lugar donde todos los archivos estén disponibles para todo el equipo y bien nombrados. Utiliza software de organización de proyecto tipo SCRUM como Jira o Trello, Wikis, control de versiones como Abstract o Plant (el Git para diseñadores), Kactus (Sketch y Git). Muchos tienen veriones de prueba o gratuítas (para respositorios públicos).

Comunica: las herramientas como Slack son brutales a la hora de mejorar la comunicación. Presta mucha atención a los hilos no relacionados con el trabajo pero que conectan a las personas con sus gustos y aficiones. Las reuniones diarias por Skype son recomendables.

Da la cara: no dejes que un tercero presente tu trabajo a otras partes del equipo. Es una práctica que puede llevar a muchos malentendidos.

Procesos: me he dado cuenta que muchas veces trabajamos en remoto desde la oficina. Observa que cosas realmente puedes realizar en remoto y cuales no. Reevalua los procesos que realizas la mayor parte del tiempo.

Espacio: busca un espacio donde puedas desarrollar tu trabajo con comodidad, con todos los servicios y sin interrupciones.

A modo de conclusión

El trabajo en remoto requiere de mucha organización y administración del tiempo. Por ambas partes. Hay una cosa importante y es que fomenta el compromiso y la confianza. Lo que cambia la relación laboral de una base de tiempo a una más enfocada a la resolución de tareas y sobretodo al valor que se aporta.

El trabajo en remoto fomenta el compromiso y la confianza. Pero requiere de organización y buena administración del tiempo y tareas.

Requiere implementar procesos de comunicación, gestión de proyectos y herramientas de control, seguimiento y metodologías que son poco familiares para el diseñador pero que existen. Como diseñadores tenemos que aprender mucho de los desarrolladores y eliminar mitos de que el diseño funciona diferente.

Hay herramientas que pueden suplir perfectamente la mayoría de los procesos y técnicas que ahora se realizan en presencial. El trabajo en remoto requiere de una actitud abierta y positiva. Las herramientas nunca serán lo mismo, es evidente, pero funcionan.

Tomemos el valor estadístico con pinzas, aún más mis conclusiones (seguro que se me ha escapado muchas cosas). Analizando los datos hay preguntas que me gustaría haber hecho como por ejemplo “Por qué trabajas en remoto” o “Qué proceso crees imposible realizar en remoto”.

Aunque de manera indirecta se puede ver que es cuestión de las circunstancias y necesidades del proyecto. A las que el diseñador se adapta. Y que los procesos menos proclives a realizarse en remoto son los relacionados con la investigación cualitativa de usuarios y técnicas más antropológicas.

Por último, considero este texto el inicio de una conversación. A la que te invito a participar.