Dentro de las áreas de influencia que tiene el diseño gráfico para reducir el impacto ecológico de las actividades en las que forma parte, una de las más interesantes y llamativas por sus posibilidades creativas es lo que se ha venido a llamar ecofeedback. Básicamente el ecofeedback (como parte del ecodiseño) se define como la manera de incluir en nuestro diseño la información necesaria para que el usuario sepa cómo actuar responsable y ecológicamente al consumir nuestro producto o servicio.
La manera más común de hacerlo es a través de textos o iconos que nos indican el cómo reciclar el producto tras su posterior uso o recomendar una dosis de consumo. También muchas marcas informan que al consumir su producto una parte de los beneficios van a parar a ONGs y fundaciones. Otra de las herramientas es cambiar o promover conductas a través del juego. Un ejemplo son unas papeleras que vi en Puerto Ordáz (Venezuela) que tenían mensajes de basket invitando a hacer puntos a través de la acción de tirar un envase dentro. Hay mucho ejemplos.
Todas estas acciones eran partes complementarias de la marca, estrategias o a veces incluso normativas que utilizan para cumplir la ley, obtener un valor añadido, posicionarse o dar una imagen de Responsabilidad Social Corporativa.
La marca ecofeedback
Sin embargo están surgiendo productos donde el ecofeedback y su mensaje es la marca en sí. Un ejemplo de esta estrategia es Boxed water y better for the earth dónde la historia, el fundamento ecológico de empresa, su mensaje, etc. es la marca. Otro ejemplo lo encontramos en Stop de water while using me. Es una marca de cosméticos y productos orgánicos para el cuerpo cuya marca es el ecofeedback.
Su objetivo es hacer que la gente tome conciencia de qué cantidad de agua se pierde por simplemente dejar el grifo abierto cuando nos estamos aseando.
Una variable: el Emofeedback
Otra vertiente más emocional de este posicionamiento de marca es lo que he venido a llamar emofeedback. Donde el propio producto haciendo del mensaje su imagen de marca, promueve actitudes y emociones positivas a través del consumo de su producto. Un ejemplo de esto es Happy Pills o pastillas de la felicidad que con una identidad gráfica similar a la farmacéutica vende dulces y golosinas. Otro ejemplo son los productos de Mr Wonderfull que diseña objetos con frases positivas, como una taza de café donde puede leerse “hoy es un buen día para sonreír”.
Su mensaje: Un mundo más dulce a través de las pastillas de la felicidad.
Marca blanca y cobranding
Un problema que tienen los productos ecológicos es su poca capacidad de llegar a las grandes cadenas de distribución. Sin embargo esto podría solucionarse si la marca promoviendo actividades y productos ecológicos tuviera como base ser una marca blanca de las cadenas de distribución. Una marca blanca es una marca de distribuidor con la que se venden productos de diferentes fabricantes. Su finalidad es conseguir fidelidad comercial del cliente con la marca de distribuidor, que ofrece un producto de calidad, generalmente a un precio más barato, ya que no se incluyen costos de publicidad por ejemplo. El beneficio es muchísimo ya que ese distribuidor podría asociarse con nuestro mensaje para transmitir la imagen base de nuestra marca. El productor se vería enormemente beneficiado al disfrutar de las capacidades de tener su producto en los numerosos puntos de venta del distribuidor.
Caminos y diseño comunes
No es casualidad que ambos, la marca ecofeedback y la marca blanca, tengan tantos puntos en común en cuanto a diseño visual (salvo algunos casos donde le diseño es la propuesta de valor ecológica). Veamos puntos en común:
- Tienden hacia el blanco, con un diseño aséptico.
- Su base es tipográfica. Aquí hay dos tendencias, con tipografía sería como helvética o una más emocional con tipografía escrita a mano.
- Se centran en el producto o en los procesos, pero las marcas ecofeedback incluyen además su mensaje de refuerzo (su valor añadido) que informa o invita a cambiar conductas.
Este tipo de estrategia de identidad de marca, también tiene contras y es que generalmente los productos marca blanca son percibidos de peor calidad, algo que es salvado debido a la calidad transparente e informativa de la marca eco/emofeedback. Aún no está claro que un núcleo de marca ecológico y socialmente responsable sea altamente rentable pero sí es un comienzo y los beneficios de las marcas blancas dentro de las cadenas de distribución muchas veces superan el de productos de fabricantes.Veamos un ejemplo visual ficticio de lo sencillo que sería para las marcas de distribución y las marcas ecofeedback y emofeedback asociarse:
Mr Wonderfull «hoy es un buen día para sonreír» versión Tesco
Boxed water is better for the earth en su versión Walmart
Stop de water while using me! versión Carrefour
Los logotipos podrían variar según el distribuidor pero la marca y el producto no, salvando uno de los grandes inconvenientes que tienen las marcas blancas que es «quién produce y cómo lo que estoy comprando».
A modo de conclusión
Como vemos lo que se necesita es una estrategia de marca y un modelo de empresa abiertos. Abiertos a la colaboración y la construcción mutua de la marca, permitiendo espacios comunes de colaboración. Lo que nos ahorraría muchos esfuerzos a la hora de hacer llegar nuestro producto o mensaje ecológico, y así aumentar y ver el cambio que nuestro producto promueve, sin dejar de ser rentable.